viernes, 8 de julio de 2011

10. Todo en otra parte, Carolina Sanín



Cuando la radio volvió a transmitir en vivo, se oyó nítidamente un chapoteo. Julio arrimaba el ombligo a la cadera de la locutora, que improvisaba un complemento a la propaganda:
-Cada semana aprendemos un test que sondea el carácter de los hombres. A la academia se asiste con uniforme, y si sólo yo me veo ridícula con él, esto se debe a que de todas las alumnas soy la única que ha rebasado las edad nupcial.
No siguió hablando porque los trinos de gozo o risa que brotaban de su garganta le aplastaban las palabras. Julio la penetraba con algo que no podía ser pene a menos que estuviera doblado en tres partes y se hubiera ablandado hasta un punto inverosímil.
-No me digas que estabas tratando de meterme un testículo o los dos -le dijo cuando recuperó el habla.
Lo veía preocupado.
-¿Qué te pasa?
-¿Tú crees que han matriculada a Flora en la academia esa? -preguntó él-. ¿O que la tendría que matricular yo, que soy su padrino? ¿O su madrina, si es que tiene? ¿Quién será la madrina? ¿No será Carlota?
Rita se sacudió, Julio se le salió, y los dos vencieron la pereza y emprendieron las dieciséis piscinas que les faltaban para completar las prescritas por el instructor.
Después de doce, Julio volvió exangüe a la orilla panda. Rita nadó sola las últimas cuatro, que no estaban en el edificio principal sino en un anexo lejano. Regresó a la orilla de Julio cuando el almuerzo ya estaba servido.
Él resoplaba, tratando de decidir si coger la hamburguesa con la mano que olía a cloro o con la que olía a mano, a cloro y a vagina.
-¿No vas a comerte la tuya? -preguntó al ver que Rita tampoco cogía su hamburguesa-. ¿No tienes apetito?
-Sí tengo -dijo ella-. El problema es que no sé qué pensar acerca de comer dentro de la piscina. No es muy glamuroso. Hasta podría hacer que me expulsaran de la academia.
Pero como desde la noche fallida en la casa de Flora venía aguardando la ocasión de comer con julio, corrió el riesgo. Dio un mordisco, y en premio él le agarró la cabeza y le dio un beso pleno en la boca. Ella adelantó la lengua, y al agua cayó un bocado con una gota gorda de salsa de tomate. Él mezcló la piscina con la mano abierta. La carne se precipitó hacia  el fondo y el rojo se esfumó.
-Con el pie no, Julio -dijo Rita.
-El pie sólo lo estoy usando para bajarte el biquini. Voy a escarbarte con el mango del tenedor o la nariz.
Fue con la nariz porque el centro no había proporcionado tenedores. Cuando necesitó volver a respirar, Julio subió a la superficie. Recogió con los labios las migas de pan de hamburguesa esparcidos sobre el borde de granito. Arrugó la servilleta de papel y la arrojó al agua. Al rato oímos por la radio cómo eyaculaba.

Todo en otra parte, Carolina Sanín

12 comentarios:

  1. All they need is a brand new Orgone Energy Accumulator.

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  2. Veo aquí mucho esnobismo mandado a recoger y poco erotismo auténtico. Al antólogo le convendría leer más a Efraín Medina y menos estas vainas otrapartunas.

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  3. Un mal polvo es un mal polvo, ya se lo eche Efraín Medina o Carolina Sanín.

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  4. No le encuentro el sentido a este regodeo en el mal gusto y la escritura de virtudes dudosas. No entiendo qué pudo verle Olmos.

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  5. "Entre gustos hay disgustos", dice Bourdieu. Yo, en cambio, lo encuentro divertido, fresco y original. Y el sexo, o mejor dicho, los polvos literarios no son "virtudes dudosas". Son más bien vicios muy claros.

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  6. Para el otro Anónimo:
    Esta vaina no se entiende ni con todo el Bourdieu del mundo.

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  7. Sí, esta "escritora" es un mal polvo de la literatura. Ésto no es ni erótico, ni novedoso, ni transgresor, es una completa imbecilidad. La autora sabe más de maternidad de gallinas que de erotismo, así será de buena en la cama.

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  8. cuando quiera mi amor, lo que hay es por experimentar: en la cama, en las piscinas, en los bosques, en los matrimonios, en las terrazas y en la literatura

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  9. Yo me hecharia un buen polvo con la Carolina Sanin. Si ustedes la vieran en clase por la U, saldrían con ganas después de la clase, porque además de bonita, tiene nuera, y eso seduce al sexo que sea. Me gusta más como columnista.

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  10. Digo, q la Sanin tiene NEURONA, y eso seduce. Escribí mal en el comentario anterior

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  11. si ser novelista es ponerle recuerdos personales a personajes inventados, todas las histerias amarguras de Sanin se debe a pura y física falta de verga...

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